miércoles, septiembre 4

el accidente









El tráfico y la desgracia alcanzaron las aguas del Canal Grande y para una famila, el paseo en góndola  se volvió tragedia inusitada. Modernas cámaras fijas filmaron todo mostrando un nudo de barcas en un espacio reducido...como un video juego de particular dificlutad. Ahora saltan los números que todos, siempre vimos: 5 barcos al minuto, de 3000 a 5000 barcas diarias en el Canal... lo que nadie dice es que todo demuestra el triunfo ABSOLUTO de  intereses económicos salvajes . No es cuestión de motores, capitanes, seguridades o precauciones. El peso económico de un simple vaporetto es  de 220 asientos a 7,5 euros por hora, un espejismo suculento que en esta ciudad resulta INVENCIBLE. A nadie le interesa la suerte de los turistas, ni los residentes  y  mucho menos el destino de Venecia. Un turismo descontrolado en estilo elefante en el bazar...y avalado por todas las autoridades del caso.  Grandes naves o grandes ordas libradas a su suerte en  un laberinto complejo y sumamente frágil en nombre de las ganancias de 4 o 5 grupos de poder. Se ha vuelto natural, desalojar a los artesanos locales a favor de horribles bazares de souvenirs, abrir grandes salas de poker electronico, kiosco "oficial" a los pies del campanile, o inventar un inútil vaporetto "de lujo" para ver el canal grande por la panatalla individual del asiento en terciopelo... toda clase de trampa y especulación es válida para exprimir al máximo cualquier bolsillo inocente que llegue la ciudad. Y con el mismo espiritu...hoy intuímos una alquimia nefasta  que tranformará la muerte del turista en el pretexto mágico para nuevos negocios (ya  se habla de un nuevo sistema de recolección de residuos por tuberías subterráneas "necesario" para disminuir el número de barcas).
 Los que vivimos aquí conocemos la costumbre de la calles que hablan o las piedras parlantes y sabemos, que al pasar por Rialto, escucharemos un nuevo mensaje, el inevitable recuerdo-cicatriz del drama que la familia de Jaoachim Vogel vivió allí, muy poco fatal y evidentemente anunciado.


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