El nuevo Centro de Arte Contemporáneo de la Punta de la Aduana se inauguró en junio del 2009. Ocupa uno de los edificios mas hermosos del ciudad que fue cedido para contener la colección de Arte Contemporáneo del extravagante Francois Pinault. La Punta de la Aduana es un increíble edificio triángular en el encuentro de los dos canales más importantes de la ciudad y el Bacino de San Marcos. Fue rigurosamente restaurado, por Tadao Ando, y completó su imagen con una obra del artista Charles Ray: el ya famoso "boy with a frog". Una escultura en impecable acero blanco, de pie en el ángulo mas extremo del edificio, y que, sin pedestal alguno, exhibe su curiosidad al corazón de Venecia.
A un año del evento, el niño demostró necesitar una gran protección: un guardián lo vigila obsesivamente y una caja de cristal lo encierra cuando el guardian se va. No menosprecio la preocupación del señor Pineault por la candidez de su obra pero evidentemente algo no funcionó. Porque la Punta de la Aduana ha sido siempre un lugar sumamente romántico, lugar de besos y susurros . Generaciones enteras de locales y visitantes han pasado por allí porque un banco de plaza y un farol regalaban a cualquiera un lugar increíble donde dar rienda suelta al corazón. El romanticismo se terminó con la llegada del guardián y su obsesivo voyeurismo laboral.
Y ahora ¿Qué se hace? ¿Respetamos la memoria del lugar con su tradición amorosa? ¿o borrón y niño nuevo? La opinión mas difundida es la de un comité que pide la "restitución de la intimidad del banco de plaza"; Francois Pinault se opone; Charles Ray por ahora no dice nada y yo creo que para bien de todos sería mejor liberar al niño... y a la rana.
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