En la tele italiana hoy se escuchan reportajes donde se discute... si Halloween es una fiesta importada o no. Posiblemente el debate trata de cubrir, con resignacion, el enésimo escandalete picantel que agita la vida del "cavaliere".
En Venecia, no se discute, hay tradiciones muy arraigadas y una de ellas es: para fiesta cualquier pretexto es bueno. Y por el disfraz... ningún problema, en una ciudad de carnavales, todos tienen uno en el ropero, con máscara incluída, listos para toda ocasión. Es solo cuestión de adaptarse un poco, algúna modifica tenebrosa... y vía! noche de bares abiertos, pub con telarañas, música por todos los rincones y sopas de zapallo en todas las mesas. Además mañana, fin de Octubre, se vuelve a la hora solar, lo que significa que todos tendremos de regalo, una hora más para dormir . Justo en tiempo para despertarse en la fiesta de Ognissanti que llega a campanazo limpio y que en general se aprovecha para ir navegando hasta la isla de San Michele y saludar con flores a los que ya no están. Un paseito típico que resuelve, anticipadamente, el rito de la Festa dei Morti que toca al día siguiente.
Sacro y Profano,vivos y muertos, vino y risotto...porque la verdadera tradición es, que cuando llega el frío, la mejor forma de pasarlo es: amontonados.
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