jueves, octubre 28

el torbolin

el prosecco del veneto es todo un orgullo de la región. No se llama champagne por cuestiones de denominación de origen controlada; pero es blanco, seco, burbujea y alegra la vida. En el proceso de elaboración de éste maravilloso vino, hay un momento en el cual se vuelve turbio y dulzón: el torbolin. Siendo inestable, no se puede envasar porque está en pleno proceso de fermentación (ningún tapón resistiría), pero en grandes damajuanas... tapadas con lienzos blancos... llega a los bares mas tradicionales de la ciudad. Y como la  bendita fermentación seguirá su curso, tenemos solo un 15 días para brindar, porque después "se pasa". Una especie de orden de brindis colectivo y popular, que llega como las frutas de estación. Para los que pasen por aquí atención a los bares, a las copas de turbio aspecto y sobretodo a los carteles en dialecto que anuncian un verdadero elixir otoñal que se vence ...como el yoghurt.

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